14 abr 2011

Por algo se ha de empezar

El año de su nacimiento no me lo sé bien pero se que murió a los 87 años más o menos. Era mi tía abuela y yo la conocí cuando vivía en casa de mi abuela materna porque fue algo así como su mamá junto con otra tía. Fue la tía que tal vez se enamoró pero nunca se casó, no tuvo hijos y se dedicó a coser y vender ropa de mujer. El papá de mi abuela era policía y lo mataron de un tiro entonces su mamá con tres hijos le pidió a sus cuñadas que la ayudarán con mi abuela. Y así cuando Panchita ya no podía vivir sola se fue de su querido Torreón a casa de mi abuela a vivir. Ella se despertaba todos los días temprano y prendia un cigarro malhboro rojo, veía las noticias muy alto porque siempre se rehusó que usar un aparato para la sordera por eso de la vanidad después se encremaba con olor a rosas y bajaba a desayunar. A veces salía a caminar al patio, y daba unas tres vueltas eso si, lo hacía porque mi abuela le decía que saliera a caminar porque se iba entumir de estar todo el día sentada. A medio día se tomaba el primer vaso de tequila, solo y del que tuviera. Cuando ninguno de mis tíos le había llevado su botella mandaba a Zefe a comprar al oxxo una anforita.


Con ella fue la primera que vi una tele novela y así todas las noches a las 8 en punto veiamos Esmeralda. Una muchacha de campo cieguita que se enamora de Luis Armando el hijo del hacendado sólo para descubrir después que en realidad ella es la verdadera hija porque cuando nacieron los cambiaron. Todo acompañada de limas y el humo a cigarro.


Hoy la recordé porque mientras borraba fotos del fb ése medio que es tan invasivo e impersonal al mismo tiempo, recordé como en las tele novelas la mujer o el hombre despechado queman cartas y fotos del amor pasado en un acto concreto y visible. Aunque en realidad ese amor por el que lloran nunca es tan pasado porque uno sabe que al final los protagonistas siempre se quedan juntos y las letras de FIN aparecen cuando salen de la iglesia o frente al mar.

12 abr 2011

Veinteañera

Tener que manejar todos los días carretera para llegar a mi trabajo; tener la oficina en una fábrica de etiquetas porque el señordueñodelaasociaciónasiloquiso; tener que tener la puerta cerrada de la oficina aún cuando esta haciendo un calor de mas de 34° todos los días porque segun señordueñodelaasociación dice que generamos contaminación sonora; tener un jefe que le falta liderazgo; un proyecto que tiene fondos de gobierno pero sin estructura; tener todos los días que desgastarme por buscar esa estructura; todo todo eso lo vale por el gallego que trabaja en la oficina de enfrente todo todo eso nada más para responderle su buenos días porque se me lengua la traba.

9 abr 2011

Cosas que me gustaría hacer

Juro que si mi jefe (acosadorpuberto) vuelve a dar un speech motivacional de 40 minutos, en lo que se supone es una "junta ejecutiva" el día de hoy sábado a las 10 a.m. me voy a parar, cruzar la puerta, azotarla y después me voy a dormir.

8 abr 2011

Give me blue

No es que no tenga nada que decir, porque en verdad sí es sólo que a veces no sé por donde empezar o las ideas van desapareciendo conforme pasan los días y entonces me pongo en frente de la pantalla con ese recuadrito blanco si nada para decir.


Otras veces no sé si quiero compartir todo lo que voy sintiendo creo que me he vuelto desconfiada y cínica, lo veo cuando hago algún comentario y mi jefe abre los ojos bien abiertos y yo me justifico diciendo es parte de mi perfil profesional, ver tanta mierda día con día, es casi esperable el volverse cínico. Pero la realidad es que no quiero ser cínica, ni desconfiada, digo más de lo que se tiene que ser en este país donde cada día hay más muertes según esto por una "lucha contra el narcotrafico" que de lucha, narcos y política a veces no entiendo nada.


Es verdad, el año pasado viví muchas cosas, y siento que voy corriéndole a la ansiedad pero también al dolor, tal vez por eso empecé a correr. Y digo, bueno basta da tiempo al tiempo, esto no es fácil de procesar, de digerir fue mucha mierda, propia y ajena que al final se volvió difícil de distinguir. Y me consuelo pensar que tengo mi espacio, porque sí, yo le apuesto a la terapia no me queda mucho de otra. Pero no a la eterna, sino aquella con objetivos.


Así que días como hoy me inspiran a empezar a decir todo lo que tengo ganas de decir, todo lo que pienso, las cosas que me parecen rídiculas, contradictorias pero también las que me hacen reír, porque eso si, la risa la sigo teniendo.