En la parte de mayor dolor, cuando lloras y sientes como te duele el corazón, que tu llanto te recuerda cuando tenías ocho...
En la parte donde te preguntas los por qué y qué; por qué no funciono, qué falto, qué quite, qué puse de más, por qué a los demás les funciono...
En la parte donde te re encuentras con tu caja llena de cosas para dos y ves sobrados tantos artículos que no sabes que hacer con ellos...
En la parte donde te das cuenta que ya no despiertas a su lado, que ya no recuerdas de memoria sus rasgos, que su aroma ya no lo percibes y haces un esfuerzo mental por traer todo eso de vuelta...
En la parte donde vas evaluando y te das cuenta que las cosas no andaban bien desde hacia tiempo...
Y después de esas partes viene un adiós inevitable y te das cuenta que ya no hay posibilidad de ser acompañante del otro... y sientes como regresa el dolor pero esta vez acompañado de una sensación de ligereza y así empiezas con la labor de exorcisar todo lo anterior.